
Querida Comunidad,
Una de las costumbres más arraigadas de Japón que se lleva a cabo durante los últimos días del año, es el Ōsōji o la «Gran Limpieza» de Fin de Año.
Ōsōji es una costumbre de origen budista que consiste en una limpieza profunda y exhaustiva del hogar. Esto incluye deshacernos de todo aquello que ya no es necesario, reparar las cosas que no funcionan en casa, pagar las deudas, abandonar los malos hábitos… Los hogares, las empresas, las tiendas, los estudios de Yoga, los templos, las escuelas… todo se limpia profundamente.
Esta limpieza tiene un claro componente espiritual de renovación. El objetivo no es otro que dejar atrás el año que acaba y empezar el nuevo con energías renovadas y en un ambiente limpio para darle lugar a todo lo nuevo que llegará ese año entrante.
Todos los días nos limpiamos cepillándonos los dientes, bañándonos, usando ropa limpia, pero llevamos los mismos pensamientos de ayer, de la semana pasada, de los meses pasados e incluso de los años pasados. ¿No sería sabio practicar Ōsōji también para nuestros pensamientos y sentimientos? Tal vez, podríamos hacer una lista de todos los sentimientos y pensamientos que tenemos hacia los demás y deshacernos de los que no son necesarios. Tal vez haciendo esta limpieza mental y emocional, podamos crear espacio para pensamientos positivos y refrescantes. Tal vez podamos limpiar el cuerpo con una dieta más sana, o limpiar nuestros pulmones y dejar de fumar, o hacer espacio en nuestra mente y empezar a meditar… Al realizar la limpieza de cada rincón de nuestra casa, también ponemos en orden nuestra vida personal y familiar.
Cuando estamos frente a nosotros mismos, lo que ocurre afuera es una proyección de lo que albergamos en nuestro interior. Teniendo en cuenta esto, con solo observar el mundo exterior que nos rodea podremos saber lo que habita en nuestro universo interno.
Tal vez, este comienzo de año sea una buena ocasión para practicar Ōsōji afuera y adentro nuestro y hacer una limpieza a fondo.
Con gratitud,

Photo by Josh Sorenson
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