Hace una semana que empecé mi entrenamiento de Yoga para Cancer. No es fácil, una montaña de información nueva, exámenes y emociones. Anoche mientras estudiaba, leí ésta frase en el manual: “He aprendido que la gente olvidará lo que dijiste, olvidará lo que hiciste, pero nunca olvidará cómo los hiciste sentir”.
No soy de poner frases poéticas porque si. La mayoría de las veces me resultan melosas y no les encuentro mucho sentido, pero ésta en particular es una gran verdad.
Cuando cree Yoga50+, uno de mis objetivos era crear una comunidad donde las alumnas se sintieran seguras, valoradas, apoyadas y vistas. Y de paso, también hicieran amigas nuevas.
Desde mi lugar, las guío. No hago asanas acrobáticas, me cuestan los backbends un montón, no soy vegetariana ni ando vestida de blanco por la vida. Pero si mantengo mi compromiso de darle ese espacio y esa atención a todas las personas que deciden sumarse a las clases.
No tengo décadas de experiencia enseñando, pero se tomarme unos minutos después de clase para escuchar a una alumna, o enviar un mensajito para saber como salieron los estudios, y aprendí a leer el ánimo de una clase para saber cambiar de rumbo cuando el mar está más bravo.
Antes de entrar a clase, no me olvido de colgar el ego en el perchero. Trato de ser lo más consistente posible entre lo que enseño y como vivo.
No me ha llevado mucho tiempo darme cuenta que son éstas las cosas que resuenan con la gente. No solo cara a cara, aún ahora pantalla de por medio, contestando un mail o un whatsapp, no me olvido de hacer sentir bien a mi comunidad 💛

*Maya Angelou fue una escritora, poeta, cantante y activista por los derechos civiles estadounidense
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